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lunes, 23 de julio de 2012

Erasmo 2006, un blend Chileno de primera clase

Esta mezcla tinta del Valle del Maule, fue pensada y concebida por Francesco Marone Cinzano desde su estado mas embrionario, primero se buscó el terroir, luego se importaron de Francia los clones que se suponía se adapatarían mejor a la zona. Todo con la colaboración de un grupo de profesionales de primer nivel y de  Don Erasmo, un lugareño que ayudó a darle forma al proyecto. En honor a éste hombre de trabajo, el vino lleva su nombre, ya que Francesco consideró invaluable su aporte.
He podido probar las ediciones 2004, 2005 y éste 2006, y en todas ellas me encontré con un tinto con  personalidad, si bien la fruta es madura no cae en la obviedad, es fresco y con nervio, la madera está en un punto que no tapa todo lo demás, elegante y equilibrado, logra ser clásico y moderno a la vez, en ésta edición 2006 me queda la sensación que resulta mas fresco y tenso que los anteriores que degusté.
Don Erasmo en persona
En ERASMO 2006  manda el Cabernet Sauvignon, pero el Merlot y el Cabernet Franc aportan lo suyo para que el balance sea óptimo entre los varietales,  la madera se percibe como leves tostados y la acidez está en un punto justo, en boca es fluido, con nervio y elegancia, un final largo que entrega mucho placer. Me gusta mucho éste estilo de blends que por momentos parecen europeos y por otros sudamericanos, que se van mostrando de a poco, donde el equilibrio y la fescura son los puntos mas altos. A un sugerido de us$30 me parece una excelente opción, y por eso sigo comprándolo cada vez que tengo oportunidad.
Es muy interesante todo el proyecto que envuelve a éste vino, pueden visitar su página web aqui , donde encontrarán mucha información y fichas técnicas bien detalladas de cada añada. A disfrutarlo!!!


miércoles, 11 de julio de 2012

TreZ reserva 2007, un malbec que unifica


TREZ Reserva Malbec 2007
Enólogo: Pablo Cúneo y Roberto de la Mota (consultor)
Agrónomo-Vitivinicultor: Pablo Cúneo y Federico Sánchez. Consultor: Roberto de la Mota
Denominación: Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza.
Variedad: Malbec 100%
Cosecha: 2007
Rendimiento por hectárea: 6800 kg
Vendimia: Última semana de marzo
Producción: 3700 cajas de 6 botellas
Filtrado: Grueso
Barricas: Roble francés Taransaud, 33% nuevas, 33% primer uso
Permanencia en barricas: 12 a 14 meses
Alcohol: 14,00% vol.
Acidez: 5.36 g/l ácido tartárico
pH: 3.67
SO2 total: 98 mg/l
SO2 libre: 30 mg/l
Azúcar residual: 1.96 g/l
Notas de cata: 
Vista: Color muy intenso, profundo. Rojo violáceo oscuro.
Aroma: Muy intenso, frutado maduro. Se destacan las cerezas bien maduras, ciruelas y el regaliz. Aparecen después notas de caramelo y tostado provenientes de la madera, creando un conjunto muy complejo y maduro. Sus notas florales a violetas son una marca distintiva y luego de 20 minutos aparecen tambien algunas notas minerales.
Boca: Es un vino de buen cuerpo y estructura, maduro que se destaca sobretodo por su untuosidad y potencia. A pesar de su concentración y carácter joven es suave y sus taninos muy redondos. La acidez juega un papel fundamental para sostener toda la carga que tiene. Muy buena complejidad y largo en boca.
Un tinto que rescata lo mejor de Lujan de Cuyo, uniendo armoniosamente lo clásico y lo moderno, pero con potencia. Es de esos vinos que parecen tener todo, mucha fruta madura, muchas violetas, madera en su punto justo, buena acidez, dulzor, amargor, mineralidad. Lo vengo siguiendo hace mas de un año y se va convirtiendo en esos tintos serios, todo indica que puede seguir evolucionando bien.

A un sugerido de us$27, vale cada centavo probarlo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Astor Piazzolla, Adios Nonino


Un 4 de julio como hoy pero hace 20 años, nos dejaba físicamente uno de los artistas mas revolucionarios del siglo XX. Por suerte nos dejó un legado enorme, no solo musical, sino también filosófico y conceptual. Y es que su música no solo eran partituras y arreglos, no solo se trataba de algo meramente intelectual, en ella había ese fuego sagrado de los elegidos, sus composiciones nos cuentan una manera de sentir la vida y de cómo llevarla adelante, de una manera provocativa, audaz, valiente, poniéndole el pecho a las críticas, sin claudicar en sus principios estéticos y artísticos.
Ante las críticas no se recluía en su estudio, sino que salía a la palestra a pelear por su arte, en 1954 declaraba :“Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.” Este tipo de actitudes les hizo ganar adeptos y muchos enemigos, se le cerraban los lugares para trabajar y tuvo que emigrar casi para subsistir porque en Buenos Aires no tenía trabajo, de este modo logró la consagración en Europa y más tarde en el mundo entero. Volvió a su tierra natal lleno de gloria y las voces que alguna vez lo abuchearon, ahora lo aclamaban como el mejor.
Para quien quiera saber más, busquen en la red que hay muchas y muy buenas biografías, esta entrada no es para eso, es tan solo a modo de homenaje y de resaltar una virtud poco exaltada entre sus tantos biógrafos, la perseverancia y la lucha de ver su sueño hecho realidad, un genio que tenía claro que sin esa obstinación no sería posible dar a conocer su obra.
A continuación su obra más conocida y que él mismo calificaría a posteriori, como la mejor que compuso. En 1959 fallece su padre, vuelve a Nueva York y compone Adiós Nonino, en un reportaje su hijo Daniel cuenta: “Papá nos pidió que lo dejáramos solo durante unas horas. Nos metimos en la cocina. Primero hubo un silencio absoluto. Al rato, oímos que tocaba el bandoneón. Era una melodía muy triste, terriblemente triste. Estaba componiendo Adiós Nonino.”
La habré escuchado miles de veces, pero cada vez es como la primera, cuando el negro Suarez Paz arranca con la parte de violín, un escalofrío recorre todo mi cuerpo y la emoción me embarga, no puedo evitarlo. Gracias maestro Astor por tanta magia!!!!

lunes, 2 de julio de 2012

El Tango y el Malbec


"El Cachafaz", símbolo
del tango canyengue

Alguna vez vieron a un porteño caminar? si no se detuvieron a hacerlo, mírenlo por favor, porque como camina es así mismo como baila el tango, y eso es lo que nos diferencia del resto. Hay grandes bailarines de otros países, he visto de Alemania, Holanda, Japón, Corea y demás, excelentes performances, gran técnica, y reconocible similitud con nuestra danza, pero a todas les falta ese acento, ese que tenemos los porteños, y que es inimitable, ni mejor ni peor, tan solo genuino, producto de generaciones.
El viernes pasado, mientras esperaba a unos amigos para cenar, vi pasar por la vereda de Carranza al 2200, en el barrio de Palermo, a un muchacho cubano, presté atención a su vestimenta (un equipo deportivo con la bandera de Cuba), y a su manera de caminar, me di cuenta al instante que no era de estas tierras, su cadencia y su paso no tenían nada que ver con el porteño promedio.
Un ejemplo
Esa idea me quedó dando vueltas en la cabeza. En la cena con amigos sommeliers, en determinado momento se descorcho un Malbec reserva de gran aceptación local y extranjera, de una bodega con capitales chilenos, y todos coincidieron que era un golazo. Y a mí me vino a la mente ese cubano caminando por Palermo, que entre la multitud, pasa desapercibido, pero que si te pones a observar con detenimiento, te das cuenta que no camina como porteño, camina bien, no tiene defectos en su marcha, pero definitivamente no camina como nosotros.
Para quien quiera tener una idea más gráfica de esto, recomiendo escuchar las grabaciones de Gerry Mulligan con Piazzolla, o el tributo de Al di Meola a Astor, ni hablar el de Julio Iglesias con su CD de tango.
Y eso dispara en mi una idea que tal vez sea un poco loca, pero idea al fin. El tango y nuestro Malbec, tienen puntos de unión, son cosas que se dan con cierta singularidad en nuestra tierra. Ese Malbec que probé aquel día, es un cubano bailando el tango, lo baila bien, con cierta pericia y sin faltas técnicas, con mucho maquillaje, pero le falta canyengue. A algunos les gusta, a mí NO.