La emboquillada es una de las jugadas más poéticas del
futbol, requiere de una gran pureza técnica, nervios de acero, un espíritu algo
alocado y entre otras cosas, una gran confianza en sí mismo. Consiste en
embocar la pelota en el arco y hacer el gol, por encima del arquero. A través
de los años, los grandes cracks del futbol mundial han dado ejemplo de ello.
Maradona, Messi, Pelé o Ronaldinho tienen en su haber muchas jugadas como ésta,
ellos saben íntimamente lo que esto representa. Ya sea en una final o en un
partido de amigos y más allá de si termina en gol o no, la emboquillada siempre
se festeja y quien la efectúa logra en el campo de juego el status de ser “el
diferente”. Es algo muy latinoamericano, está en nosotros.
Una imagen vale mas que mil palabras, así que vean el video para los que todavía se preguntan de que estoy hablando.
Como argentino, el futbol y
el vino, son cosas que se encuentran en nuestra vida cotidiana. Así como no puedo
responder cuando fue la primera vez que probé una copa de vino, tampoco puedo
responder cuando fue la primera vez que pateé una pelota. Es natural que se
mezclen estas dos cosas, están muy arraigadas en la cultura popular argentina.
Esta reflexión nace del juego cotidiano con mi hijo de 8 años, cada día que podemos jugamos un arco a arco, el primero que marca 10 goles, gana la partida. Por supuesto que 9 de cada 10 las gana él. Los arcos los situamos a 8 metros de distancia uno del otro. Si bien mi hijo juega bien, yo tengo mucho mas futbol que él, se que puedo ganarle fácilmente pegándole fuerte y colocado. Por el contrario elijo hacer mis goles con pegadas de lujo y la emboquillada es mi preferida. Mi hijo es diestro y casi siempre tira cruzado, cuando patea de los 8 metros es fácil atajar, pero cuando se acerca a 2 o 3 metros, casi siempre anota. Yo me contento con hacer los goles por arriba, mientras el trata de volver a defender su arco.
Una imagen vale mas que mil palabras, así que vean el video para los que todavía se preguntan de que estoy hablando.
Esta reflexión nace del juego cotidiano con mi hijo de 8 años, cada día que podemos jugamos un arco a arco, el primero que marca 10 goles, gana la partida. Por supuesto que 9 de cada 10 las gana él. Los arcos los situamos a 8 metros de distancia uno del otro. Si bien mi hijo juega bien, yo tengo mucho mas futbol que él, se que puedo ganarle fácilmente pegándole fuerte y colocado. Por el contrario elijo hacer mis goles con pegadas de lujo y la emboquillada es mi preferida. Mi hijo es diestro y casi siempre tira cruzado, cuando patea de los 8 metros es fácil atajar, pero cuando se acerca a 2 o 3 metros, casi siempre anota. Yo me contento con hacer los goles por arriba, mientras el trata de volver a defender su arco.
En estas últimas semanas, he podido probar vinos que parecen
una emboquillada. Etiquetas que se despojan de su efectividad y apuestan al
riesgo. Solo por placer, no siempre terminan en gol, pero como dije antes, el
intento mismo, se festeja.
ROSA DE MAIMARÁ 2012, de bodega Dupont es uno de ellos, un rosado que explota en aromas de espárragos y mermelada de remolachas, con una boca bien equilibrada y una acidez punzante.
WILLIAM FEVRE LITTLE QUINO PINOT NOIR 2012, es otro de los
que me sorprendió por su austeridad y carácter, un pinot que sabe a fruta acida
y a tierra.
Romper esquemas y sorprender, es una cuestión que a mí me
sigue pareciendo fascinante. El mundo del futbol y el vino, tienen en común ese
factor sorpresa que hace que siempre este atento a lo que sucede en torno a
ellos.
Mas rabonas, tacos, chilenas, gambetas y por supuesto mas emboquilladas.
Mas rabonas, tacos, chilenas, gambetas y por supuesto mas emboquilladas.
Así como Messi se pone la corona de mejor jugador de futbol
del mundo, espero que pronto aparezca entre los enólogos o bodegueros, EL REY
DE LA EMBOQUILLADA.
Quien se anota?
Qué buen post, Ariel! Me encanta la metáfora futbolera, muy acertada, sobre todo para el Rosa de Maimará (con el otro no he tenido el gusto aún). Y mejor todavía por recuperar el término "emboquillada", que es bien nuestro y ultimamente viene quedando en desuso ya que los periodistas(?) modernos de futbol prefieren usar "vaselina" y otras pavadas similares. Salud!
ResponderEliminarEs así querido Pablo, los comentaristas modernos son de la generación play station jajajaja....
EliminarGracias por el comentario, un gran abrazo.
Saludos!!!
InMESSIomnante!!!!!!!
ResponderEliminarGran descripción futbolera de dos vinos. He probado el primero, pero en una cosecha anterior, me sorprendió agradablemente (y dicen que la 2012 está muy buena).
No conozco el otro vino.
Lo más lindo del mundo jugar al fútbol con los hijos Ariel!!!
Abrazo
WILLIE
Como casi siempre, estoy de acuerdo con tus comentarios. El rosado de Maimará es mucho mas extremo que en versiones anteriores y el Little Quinoya te contaré cuando consiga otra botella. El futbol, el vino, la familia y los amigos son 4 patas fundamentales de mi vida, cuando se juntan, es puro placer.
EliminarGracias Willie por tus comentarios, abrazo y espero verte pronto.
Salud!!!
HAce rato que busco el Rosa de Maimará !!!! he visto varios buenos comentarios del vino. El Pinot Noir te lo envidio porque seguro no se consigue fácil che!
ResponderEliminarSalute
Hola Fabián, espero puedas probar pronto el rosado de Maimarà, vale la pena buscarlo o pedirlo a BA. El pinot lo probé en la descorchados y me encantó, me hice traer una botella y ya no creo que lo consiga, es raro inclusive dentro de Chile.
EliminarAbrazo!!!!
Saludos!!!
Qué buen prólogo querido amigo, felicitaciones! Quién dijo que no se pueden mezclar estas dos pasiones y plasmarlas como si fuesen una sola cosa? Por favor...
ResponderEliminarEse Pinot nos sedujo solo con su nombre... y conociendo un poco los vinos que te gustan postear, sabemos que nos va a alucinar. El problema es conseguirlo. Rosa de Maimará ya es un clásico poco conocido,je!
Abrazo y salute!
Con little quino, estoy seguro que a 8 de cada 10 no les parecería un vino sorprendente, porque no es un bombazo, es un pinot crudo y lamentablemente solo se consigue en Chile y en Europa porque se exporta casi todo. Lo mas parecido que se me ocurre es el Barda sin madera, va por ese lado. Gracias por sus palabras y no dejen de probar el rosa de maimará 2012 asi me cuentan.
EliminarAbrazo y saludos!!!
Al chileno no lo conocía y por lo que decís, no creo que pueda probarlo...
ResponderEliminarEl Rosa 2012 está buenísimo y es un rosado diferente.
Tuve la suerte de probar hace poquito un 2010 y me voló la cabeza, no así el 2011, que está bueno, pero no trasciende tanto.
Abrazo!
Estaría muy bueno poder conseguir ese 2010 y poder compararlo con ésta nueva edición. Particularmente me gusta mucho éste 2012, guardaré una botellita para ver si en un tiempo varia.
EliminarGracias por tu comentario.
Abrazo!!!