Vista desde la bodega |
Luego de recorrer la bodega y la sala de barricas, fuimos a
probar un Pinot noir muy interesante directo del huevo y de allí a la sala de
degustación. En ese momento se sumaron al grupo, Héctor Riquelme, Patricio
Tapia, Matías Michelini y Manuel Pelegrina de bodegas El Tupun.
Los vinos que degustamos:
EQ COASTAL SAUVIGNON BLANC 2011 (viñedos de Casablanca)
EQ CHARDONNAY 2011
CORRALILLO SYRAH 2011
CORRALILLO WINEMAKER’S BLEND 2010
EQ PINOT NOIR 2011
EQ SYRAH 2011
MATETIC SYRAH 2008
Los blancos que degustamos son complejos pero fáciles de beber, de estilo internacional y de gran calidad, amplios y opulentos, sin emocionarme me han dejado muy conforme. En los tintos me sorprendió el Corralillo blend y el Corralillo syrah, el Eq Pinot ya lo había probado una cuantas veces y sin ser de lo que prefiero para la cepa, tiene una buena performance. Eq syrah es de los tintos chilenos que mas he bebido, lo sigo desde su cosecha 2006 y particularmente me encanta lo que hacen con la cepa en ese clima frío, es un vino elegante, sedoso, con algo de nervio, y en ésta última cosecha, la madera se siente menos, es una de las etiquetas que siempre hay en mi cava. Matetic syrah es el ícono de la bodega, y en él se muestra toda la maestría que tienen para el manejo de la cepa, un tinto que lo tiene todo, muy complejo y armonioso, con muchas capas aromáticas y una paso por boca formidable, el vino parece que te lleva de paseo por el valle, un verdadero peso pesado que no pasa desapercibido, y que seguirá creciendo con los años, me encantó.
Me fui de la sala de degustación con la idea que en Matetic
Vineyards todo está planificado al detalle y que cada área funciona como una
pieza de relojería suiza, Julio nos dio una clase magistral acerca de suelos,
clima, clones, procesos de vinificación y de todo lo necesario para hacer los
grandes vinos de la casa, cada pregunta que le hacíamos era respondida con
información de sobra, apasionado de su trabajo y con una determinación
admirable, los resultados están a la vista.
Hermosa vista del restaurante EQUILIBRIO |
Llego el tiempo del relax y el almuerzo con los vinos de
Matetic, aquí ya no hubo análisis, tan solo nos dedicamos a disfrutar de la
comida y el perfecto maridaje que nos eligieron para cada plato.
La tarde se puso hermosa, el cielo se limpió de nubes y el
sol se dejó ver en el valle, nos dimos el tiempo para una caminata por los
bellos jardines circundantes.
Se hizo la hora de volver a Santiago, felices, habíamos
pasado un día inolvidable en el Valle de San Antonio.
Un agradecimiento muy especial a Julio Bastías y a todo el
equipo de Matetic Vineyards, asimismo a Patricio, Matías, Héctor y Manuel, por
compartir todo su conocimiento con nosotros.