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Vista desde la bodega |
El mismo 9 de noviembre de 2012, y luego de nuestra visita a
Casa Marín, partimos rumbo a Matetic Vineyards. Allí nos esperaba Julio Bastías,
enólogo responsable de la bodega, quien nos explicó un poco la historia y las
características del proyecto.
Matetic Vineyards están ubicados en el Valle del Rosario,
subdivisión del Valle de San Antonio a
120 kilómetros de
Santiago, entre Casablanca y San Antonio. Con una extensión de
9.000 hectáreas en
un valle perfectamente cerrado, orientado en forma perpendicular al océano, con
una luminosidad extraordinaria. Las
90 hectáreas
plantadas, están basadas en principios orgánicos de producción para lograr
obtener uvas cien por ciento naturales. La bodega fue diseñada por el equipo de
Viña Matetic en conjunto con el Arquitecto Laurence Odfjell. No deja al asar ni
un solo detalle en cuanto al proceso de vinificación y el cuidado del
medioambiente. Armoniza la agricultura orgánica practicada en el viñedo y el
paisaje natural del valle. Cuenta con una capacidad de 300 mil litros, con un
diseño de flujo gravitacional, lo que permite lograr un óptimo manejo de la uva
proveniente de los viñedos.
Luego de recorrer la bodega y la sala de barricas, fuimos a
probar un Pinot noir muy interesante directo del huevo y de allí a la sala de
degustación. En ese momento se sumaron al grupo, Héctor Riquelme, Patricio
Tapia, Matías Michelini y Manuel Pelegrina de bodegas El Tupun.
Los vinos que degustamos:
EQ COASTAL SAUVIGNON BLANC 2011 (viñedos de Casablanca)
EQ CHARDONNAY 2011
CORRALILLO SYRAH 2011
CORRALILLO WINEMAKER’S BLEND 2010
EQ PINOT NOIR 2011
EQ SYRAH 2011
MATETIC SYRAH 2008
Los blancos que degustamos son complejos pero fáciles de
beber, de estilo internacional y de gran calidad, amplios y opulentos, sin
emocionarme me han dejado muy conforme. En los tintos me sorprendió el
Corralillo blend y el Corralillo syrah, el Eq Pinot ya lo había probado una
cuantas veces y sin ser de lo que prefiero para la cepa, tiene una buena
performance. Eq syrah es de los tintos chilenos que mas he bebido, lo sigo
desde su cosecha 2006 y particularmente me encanta lo que hacen con la cepa en
ese clima frío, es un vino elegante, sedoso, con algo de nervio, y en ésta
última cosecha, la madera se siente menos, es una de las etiquetas que siempre
hay en mi cava. Matetic syrah es el ícono de la bodega, y en él se muestra toda
la maestría que tienen para el manejo de la cepa, un tinto que lo tiene todo,
muy complejo y armonioso, con muchas capas aromáticas y una paso por boca
formidable, el vino parece que te lleva de paseo por el valle, un verdadero
peso pesado que no pasa desapercibido, y que seguirá creciendo con los años, me
encantó.
Me fui de la sala de degustación con la idea que en Matetic
Vineyards todo está planificado al detalle y que cada área funciona como una
pieza de relojería suiza, Julio nos dio una clase magistral acerca de suelos,
clima, clones, procesos de vinificación y de todo lo necesario para hacer los
grandes vinos de la casa, cada pregunta que le hacíamos era respondida con
información de sobra, apasionado de su trabajo y con una determinación
admirable, los resultados están a la vista.
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Hermosa vista del restaurante EQUILIBRIO |
Terminada la degustación, fuimos a comer al restaurante
EQUILIBRIO, y seguimos probando, porque Patricio trajo 3 vinos tintos bien
diferentes, un Beaujolais y un Malbec con uvas de Loma Larga criado en viejas
tinajas, fueron los 2 que llamaron mi atención.
Llego el tiempo del relax y el almuerzo con los vinos de
Matetic, aquí ya no hubo análisis, tan solo nos dedicamos a disfrutar de la
comida y el perfecto maridaje que nos eligieron para cada plato.
La tarde se puso hermosa, el cielo se limpió de nubes y el
sol se dejó ver en el valle, nos dimos el tiempo para una caminata por los
bellos jardines circundantes.
Se hizo la hora de volver a Santiago, felices, habíamos
pasado un día inolvidable en el Valle de San Antonio.
Un agradecimiento muy especial a Julio Bastías y a todo el
equipo de Matetic Vineyards, asimismo a Patricio, Matías, Héctor y Manuel, por
compartir todo su conocimiento con nosotros.