El origen de los descriptores que percibimos como
“minerales”, es algo que me ha inquietado por años. Soy amante de este tipo de
vinos y en verdad nunca creí la historia que solo determinados perfiles de
suelo son los que dan a los vinos estas características. Sentía íntimamente que había unas cuantas cosas más y que de alguna manera estaban difusas.
Mi espíritu escéptico siempre me dice que hay que buscar, no quedarse con lo
que te cuentan, pero al respecto nunca hubo demasiada información ni un estudio
científico serio que demuestre una verdad absoluta. Con todo lo que he podido leer y probar en
los últimos años me he hecho una idea de lo que para mí es “la mineralidad en
los vinos”.
Soy de los que suscriben que éste tipo de características,
están dadas por distintas variables. No solo el perfil de suelo es
determinante, también son muy influyentes el clima y determinadas prácticas
enológicas que pueden potenciar o enmascarar dichos descriptores. Creo asimismo que hay cepas que son más
proclives a dar estos descriptores, que influye la edad de la planta, los trabajos en la viña, el tipo de
conducción del viñedo, etc..
Tengo la sensación que aún hay mucho por descubrir e
investigar, que no hay una verdad absoluta y que muchas veces la sugestión nos
juega una mala pasada, ya sea porque el interlocutor lo haga ex profeso o
porque el catador sabiendo la procedencia de un vino, quiera sentir esa
"mineralidad".
El 26 de junio pasado se realizó en Barcelona, el Primer
Simposio Internacional sobre la percepción de la Mineralidad en los vinos.
David
Molina, director de Outlook Wine y co-autor del estudio me ha informado que
están redactando el artículo científico que se publicará en septiembre u
octubre y conjuntamente un video resumen
del simposio. Más adelante también planean emitir videos con entrevistas y
ponencias.
He leído el estudio una docena de veces, me ha resultado esclarecedor en ciertos puntos y me ha gustado en la manera que fué abordado, se nota que es gente ligada al mundo del vino.
A continuación, comparto con ustedes los siguientes documentos
que tan gentilmente David Molina me ha enviado.
Recomiendo leer el estudio completo, pero para quien no
quiera hacerlo, puede leer la siguiente gacetilla de prensa que figura en
muchos sitios de la web y que de alguna manera sirve de resumen de todo lo
acontecido en el simposio.
Primer Simposium Internacional sobre
la percepción de Mineralidad en los vinos
Outlook Wine y Laboratorios Excell-Ibérica expusieron el
pasado 26 de junio en Barcelona los resultados científicos de su estudio sobre
la percepción de la “mineralidad” en los vinos, en el que ambas empresas han
invertido más de 50.000€. En el Simposio participaron brillantes
expertos internacionales de la talla de Sarah Jane Evans MW, Sam Harrop MW, el
Doctor Josep de Haro, el Doctor y Catedrático Fernando Martínez de Toda, el
Doctor Antonio Palacios García y David Molina AIWS.
El estudio se centró en la necesidad de la industria
del vino a escala global de encontrar respuestas científicas a un término
totalmente ambiguo, poco definido y utilizado con demasiada generosidad, y a
menudo con poco criterio. Durante el Simposio se desarrollaron varias
temáticas inter-conectadas: cómo el Homo Sapiens interpreta
las percepciones sensoriales a nivel fisiológico; se dio un repaso
completo acerca del uso del término “mineral” en las catas y a nivel
periodístico y comercial; cómo el suelo y el clima potencialmente pueden
afectar a la percepción de la “mineralidad” en los vinos; el rol de los
nutrientes del suelo en el viñedo y cómo la planta los absorbe y cómo los
utiliza; así como las técnicas enológicas llevadas a cabo en bodega para
exprimir al máximo el concepto mineral y cómo se puede enmascarar o potenciar la
percepción mineral en los vinos. Finalmente, se expusieron los resultados
del estudio científico y sus vínculos con la percepción de “mineralidad” a la
hora de catar un vino.
Se argumentaron como causas principales de dicha percepción
los compuestos de síntesis orgánica gestados por la planta a nivel de
metabolismo aéreo (hojas); la influencia del suelo, sobre todo a nivel de
estructura, textura y capacidad de retención de agua, lo que puede motivar un
estrés metabólico que influye rotundamente en el metabolismo global de la
planta; el estado nutricional del mosto; la constitución en aminoácidos del
mismo; las rectificaciones y tratamientos enológicos realizados en bodega; el
gran impacto de las levaduras fermentativas en la percepción y las técnicas de elaboración,
como la crianza sobre lías y la maceración pre-fermentativa. Por último, la
posterior evolución de dichos compuestos durante la maduración y envejecimiento
en depósitos, barricas y en botella. Estas son algunos de los puntos
principales que se trataron y que se estiman son los principales factores
responsables de la percepción olfativa “mineral” en los vinos.
Conviene destacar algunas de las siguientes afirmaciones de
los ponentes (por orden de exposición en el Simposio):
David Molina: “El hombre siempre ha intervenido,
incluso cuando no hace nada también interviene. Intervenir poco o mucho puede
ser un concepto o una necesidad obligada”.
Josep de Haro: “No hay 5 sentidos, hay más de 10; el
hombre forma parte del Terroir moderno.”
Sarah Jane Evans: “El consumidor final no conocedor
prefiere sin duda vinos afrutados. El hedonista adora la mineralidad”.
Fernando de Toda: “La fuerza del terruño está en su
forma y estructura física más que en su composición química. Los minerales del
suelo no son la causa.”
Sam Harrop: “Cómo se gestione la enología tiene mucho
que ver con la percepción de la mineralidad”.
Antonio Palacios: “No hay un único vínculo directo
entre la percepción de mineralidad y la composición química del suelo. La
mineralidad como término descriptivo existe, se trata de una traducción
sensorial reconocible a partir de compuestos volátiles propios del vino, el
origen es el metabolismo global de la planta a nivel de precursores y el
resultado del metabolismo fermentativo”.
Tras dichas conclusiones, los ponentes plantearon al
público la siguiente cuestión: ¿necesita la industria del vino el término
“mineral” para mantener un estatus de calidad superior? La “mineralidad” en los
vinos, un aspecto que ya es buscado intencionadamente, es un hecho real y si el
mercado del vino sale beneficiado con él, es necesario encumbrarlo, pero
con mucho criterio y raciocinio para que perdure en el tiempo y su valor
cualitativo no se destruya.