Gracias a un amigo que viaja regularmente, tuve la
posibilidad de degustar CHATEAU HAUT-BRION 2001. En la invitación de mi amigo
decía: “tráete algo decente que ésto es un mega misil”, por lo cual empecé a
fantasear un poco con esa etiqueta desde ese momento y a romperme la cabeza
para ver que vino llevaba yo contra semejantes pergaminos que esgrimía el
francés.


Decidimos que el menú mas acertado para éstos vinos, sería
un lomo al horno con papas, batatas, zanahorias y algunos vegetales mas, todo
cocido al mínimo por cerca de 3 horas.
Los vinos se abrieron al mismo tiempo y ambos se decantaron
por 1 hora, los servimos simultáneamente en dos copas iguales y a la misma temperatura.
Del ALUVIONAL 2008 lo que puedo decir es que me encanta todo
de este vino, de color rojo violáceo muy intenso, en nariz hay cassis, higos, ciruelas
maduras, regaliz, notas florales de violetas y rosas; en boca es envolvente, buena
acidez, taninos firmes y maduros. Gran estructura y complejidad. Un tinto que
recién empieza a caminar pero que ya muestra todo su potencial a futuro.

Hay equilibrio y elegancia, pero digamos que a mi no me
movió el piso, como que le falta personalidad, ese nervio que uno espera en un
vino de 95 Pts .
Parker y con un sugerido de 300 euros. Realmente me imaginaba un vino
arrollador, no en potencia, pero si en complejidad y sutileza, con una armoniosa
paleta de aromas, y con una boca larga y persistente,
Coincidimos en las notas de cata con mi amigo, la comida
estuvo increíble, el lomo se cortaba con el tenedor, y los vinos acompañaron
maravillosamente. Los dos nos quedamos con la sensación de que muchas veces el
precio o los pergaminos, no siempre se condice con lo que hay adentro de una
botella.
Por eso querido lector, hay que tener cuidado con lo que uno compra.