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Lo Abarca, San Antonio |
El viernes 9 de noviembre de 2012, luego de la gran feria en
el Hyatt, partimos a las 9 de la mañana para el valle de San Antonio a conocer
2 de las bodegas mas emblemáticas de ese particular terruño. El día se presentó
fresco y plomizo, pero nos dispusimos de muy buen humor a recorrer los
100 Km. que nos separaban de
Casa Marín en Lo Abarca, donde nos esperaba Felipe Marín, hijo de María Luz Marín,
la primer mujer enóloga de Chile, en tener su propio emprendimiento. A las
10:30 hs. Llegamos y Felipe nos estaba esperando en la puerta de la finca,
lamentablemente la lluvia nos privó de recorrer los viñedos circundantes,
previa charla introductoria, sobre la historia y los detalles generales de la
bodega, fuimos a recorrerla. Se trata de una bodega familiar de baja producción,
con unos cuantos tanques de acero inoxidable de distintos tamaños y una sala de
barricas no muy grande, pero si con gran variedad, en tamaños y tipos de madera
que utilizan. Todo el ambiente rememora una casa de campo neo-colonial, de
estilo sobrio pero con detalles de calidad, una hermosa fuente se encuentra en
el patio central y es casi el único ornamento, lo demás apunta a ser funcional
para un lugar de trabajo. Dentro de la sala de fermentación, Felipe nos habló
durante un buen rato sobre el arduo trabajo que se hace en la viña, como se
cuida cada cuartel, las singularidades de cada cepa en ese terruño y como el
clima influye en el producto terminado, que en este caso son cada uno de los
vinos de su portafolio. Este joven enólogo, habla de manera pausada y clara, conoce palmo a palmo su terruño y transmite una seguridad en su discurso poco común para gente de su edad, con muchachos como Felipe tenemos buenos vinos para rato.

Después de tan interesante y apasionada charla, pasamos a la
sala de degustación que se encuentra en la planta alta y con vista a los
viñedos, todo estaba preparado al detalle, con información técnica de cada muestra, anotador, lapiz, los vinos a temperatura y uno ya en el decanter. La verdad nos sentimos como reyes.
Los vinos que probamos fueron los siguientes:
SAUVIGNON BLANC CIPRESES VINEYARD 2011
SAUVIGNON BLANC LAUREL VINEYARD 2011
GEWÜRZTRAMINER CASONA VINEYARD 2012
RIESLING MIRAMAR VINEYARD 2009
PINOT NOIR LO ABARCA HILLS VINEYARD 2009
SYRAH MIRAMAR VINEYARD 2010

Cabe destacar que todas las etiquetas que degustamos son de
tremenda calidad y con un hilo conductor, tanto blancos como tintos, son vinos
con mucha complejidad aromática, muy buena acidez y un uso moderado de la
barrica. Vinos que a mi particularmente me da mucho placer beberlos. Todos me
gustaron, pero el Cipreses y el Syrah son los que mas me impactaron.
Son vinos que no hay que dejar de probar si uno viaja a Chile, de los que yo llamaría esenciales.
Nos
retiramos de Casa Marín con la certeza de que en ese lugar se está escribiendo
una página de la historia vinícola de Chile.
Mi agradecimiento eterno a Felipe y María Luz Marín, por
recibirnos en la bodega tan cordialmente. Espero volver a Lo Abarca, es sin
dudas un lugar mágico.