Para mediados de noviembre de 2011, me topé con éste video , en el cual se muestra de una manera algo tendenciosa el eterno debate entre los vinos clásicos y los modernos. En este caso se presenta a la bodega López de Heredia y a Remírez de Ganuza como los polos opuestos de lo que hoy día se produce en La Rioja, España. Nobleza obliga y el que lo posteo fue Patricio Tapia en su cuenta de Twitter @Patricioatapia. El programa está mitad en catalán y mitad en español, pero por esas cosas que uno no llega a entender, mirarlo fue para mí, como si estuviera en mi propia lengua, con un poco de atención se comprende todo sin ningún tipo de problema. Les recomiendo que lo vean tranquilos disfrutando su vino preferido, es muy entretenido y educativo, de alguna manera nos muestra como dos mundos casi antagónicos pueden convivir en armonía.
El "mounstro" antes de sus 3 horas de horno
maridó excelente con el Tondonia
Soy un gran admirador de los vinos españoles y sobre todo de los clásicos Rioja, así que el video en cuestión comenzó a generarme expectativas y comencé a buscar si algo se conseguía en Argentina de López de Heredia, buscando por la Web me encuentro un anuncio en el cual un particular vendía un Viña Tondonia Reserva 1996, me comuniqué y llegamos a un arreglo, la realidad es que lo terminé pagando casi lo que vale en su tierra natal o sea 30 euros. Todos estos meses lo estuve guardando para un evento especial, y así fue que llegó mi aniversario y decidí compartirlo con mi compañera. Para la cena me decidí por un lomo de res al horno con vegetales, receta tradicional de mi familia que no falla nunca. Vamos al vino: VIÑA TONDONIA RESERVA 1996: Rioja D.O.C., España. Tempranillo (75%), Garnacho (15%), Graciano y Mazuelo (10%). 5 años de barrica vieja con 2 trasiegas por año. 12.5º de alcohol.
A la vista se presenta con un color rojo teja, limpio y traslucido. Le cuesta abrirse en nariz, pero a los 40 minutos empieza a desplegar sus aromas, tierra, hongos, cuero, licor, madera vieja y un sutil dejo de fruta roja, te transporta a un bosque húmedo y frio. En boca es de paso fluido, los taninos muy domados, agradable, equilibrado, sutil, acidez bastante alta, el final es largo y armonioso. Disfruto mucho éste tipo de vinos donde la fruta no es lo que prevalece, en este caso el conjunto es lo que manda, apoyado en la mineralidad y la alta acidez se logra con todo lo demás un buen ejemplo de complejidad y sutileza. Si bien los Rioja los prefiero mas recios y ásperos, éste ejemplar de Lopez de Heredia colmó mis expectativas, la botella se fué rápido y me quedé con la sensación que necesitaba un par de copas mas. Un tinto para no perder de vista, un buen ejemplo de un clásico de esas tierras.
Así como hay una nueva generación de enólogos, existe
también una nueva generación de bodegueros, Pancho Lavaque es uno de ellos, un
joven de 33 años que seguramente dará que hablar en la próxima década. Tiene
tras de si una empresa con mucha historia y asimismo una tarea bastante
difícil. Cuando uno piensa en bodega Lavaque lo primero que viene a la mente
son vinos de buena RPC en la gama baja o media, éste muchacho está decidido a
cambiar un poco la historia, y parece que dentro del ímpetu de su juventud, ha
tomado el camino del trabajo a largo plazo. Cuenta con muy buena materia prima,
una bodega que lo respalda, un equipo de trabajo de primer nivel y sobretodo,
con un amor propio que ilusiona. Con éstas variables sobre la mesa, el
resultado es claro, en un par de años nos encontraremos con vinos de clase
mundial, a un precio razonable.
Gracias a la invitación de Vinoteca Mrwines de mi amigo Fernando
Musumeci, pude participar de la presentación de LOS VINOS DE PANCHO LAVAQUE.
Probamos 6 vinos (2 torrontés, 1 malbec, 1 tannat y 2 blends
tintos) y así fueron saliendo:
Los 6 que degustamos
1) Félix Torrontés 2011, muy fresco, floral y frutal, un
vino que se bebe fácil y que no tiene esos amargores clásicos de la cepa, ideal
para aperitivo. $ 79.-
2) Quara SV Viña La Esperanza, Torrontés 2010 (fermentado en
barrica) Me sorprendió muchísimo, un blanco diferente por donde se lo mire,
nariz elegante e intensa, fruta fresca, madera, mineralidad, en boca es amplio
y fresco con una muy buena complejidad. $ 93.-
3) Félix Malbec 2009, 12 meses de roble. No es el clásico
malbec salteño. Ciruela, fruta roja cocida, tabaco, cuero y vainilla, todo bien
equilibrado. Paso por boca fluido, fresco, buena acidez y final algo dulzón. Se
reconoce en el estilo la mano de Marcelo Pelleriti, varios coincidimos en éste
punto. Creo que va a seguir creciendo. $ 99.-
4) Quara SV Viña EL Recreo Tannat 2008, Si bien esta cepa no
es de mis preferidas debo reconocer que es de lo mejor que he probado en los
últimos tiempos. Me gustó mucho para ser un tannat. Algo duro en boca aun pero
tiene una nariz muy seductora, frutas negras, tostados y un fondo mentolado que
le agrega complejidad. $139.-
5) Félix Blend 2007.
73% Malbec y 27% Tannat. Muy buen corte con 15 meses de roble y 3 años
de estiba en botella. Es oscuro y potente, frutas rojas y negras, especias,
cuero, tabaco y una punta verde que le aporta carácter. En boca es
redondo y con un paso bastante fluido, los taninos se sienten pero no molestan,
amplio y envolvente, final larguísimo. $ 250.-
6) Félix Blend 2010. Todavía no está a la venta. Si bien es
un vino que le falta mucha estiba, va mostrando su ADN que lo conecta con el
2007, comparte mucho con su antecesor, pero en este caso sentí un nervio y una
frescura diferente, apuesto que será un gran vino para 2014.
Un clima muy distendido
La reunión fue muy amena y distendida, tuvimos la suerte de
ver en la notebook de Pancho los 3 comerciales que pronto estarán disponibles
para el gran público, en las que él mismo protagoniza con su hermoso Pontiac
negro. Qué lindo ese Pontiac por Dios!!!!
Muchas gracias a Fernando por la invitación y a Pancho
Lavaque por la deferencia de presentar sus vinos con nosotros. Lo mismo a
Eleonora Jezzi y Joaquín Paolucci que también están haciendo un trabajo muy
importante en un sitio que generalmente no se suele ver pero que resulta
fundamental para el éxito de cualquier emprendimiento.
Agradezco tambien a Fernando por permitirme el uso de las fotos del evento.
Earl Rudolph Powell nació en Nueva York un 27 de octubre de
1924, y falleció un 31 de julio de 1966 en la misma su misma ciudad natal,
conocido como BUD POWELL, fue un pianista y compositor fundamental del bebop.
Del mismo modo que Thelonious Monk, acertó a iluminar la escena
del jazz moderno a través de composiciones no sujetas a modelo concreto alguno,
Bud Powell dictó las claves fundamentales del nuevo lenguaje pianístico sin
necesidad de asirse a referencias palpables. Todavía hoy en día, constituye la
cumbre técnica insuperada del piano "bebop" y se le recuerda como el
músico mas influyente de este movimiento, después de Charlie Parker, pero por
delante de todos los demás, Dizzy Gillespie, incluido.
Su infancia
estuvo saturada de música, su hermano mayor tocaba profesionalmente la trompeta
y el violín y su abuelo, Zachary, fue el mejor guitarrista flamenco de Estados
Unidos. Su padre, pianista adscrito al estilo "stride" apoyó su
temprana vocación y le dio las primeras clases. Su progreso fue espectacular y
en aquellas fechas, era frecuente verle interpretar junto a su amigo, Elmo
Hope, composiciones de Bach y otros clásicos. No fue hasta 1939, cuando Powell,
consiguió su primer contrato importante con los "Sunset Royals" de la
cantante, Valaida Snnow, y en 1939 grabó su primer disco titulado "Reverse
The Changers" para el sello "Duke" y bajo el liderazgo del
saxofonista, Frank Sokolov.
No fue hasta
1944, cuando animado por Thelonious Monk, ingresó en la orquesta de Cootie
Williams y grabó un solo muy breve sobre "Blue Garden Blues", primera
muestra real de su colosal talento. Ese mismo año sufrió su primera detención
por escándalo público y al años siguiente recibió una brutal paliza de la
policía de Philadelphia que presumiblemente lo dejó tocado para siempre. Sus
trastornos psíquicos se reprodujeron y fue enviado a un Hospital Psiquiátrico
de Long Island. En 1946, recuperado, se incorporó al pequeño combo del
contrabajista, John Kirby y la casualidad hizo que esa pequeña formación fuera
contratada en el Minton's Playhouse de Harlem, el "templo" del bebop
donde Powell entró en contacto con la plana mayor de aquel movimiento, lo que
le permitió participar entre 1946 y 1947 en un buen numero de jam sessions con
Dexter Gordon, Jay Jay Johnson, Sonny Stitt, Kenny Clarke y Sarah Vaughan,
entre otros.
Su debut como
líder se produjo el 10 de enero de 1947 para el pequeño sello "Three
Deuces", y en mayo de ese año, grabó el único registro en estudio para la Savoy con Charlie Parker. Un
largo paréntesis de dos años, consumidos en su mayor parte internado en el
"Creedmore Sanatorium", donde llegó incluso a recibir tratamiento de
electrochoque, dio paso, paradójicamente, a su periodo mas fértil y artístico.
A partir del 8 de agosto de 1949, bajo la supervisión de Alfred Lion y Francis
Wolf, Bud Powell, dejó en las arcas del sello Blue Note, otra visión del
pianismo moderno perfectamente compatible con la que apenas dos años antes
había aportado Thelonious Monk. Nuevamente ingresado durante diecisiete meses
en otro Hospital Psiquiátrico, cuando en febrero de 1953, recibió el alta,
formo un trío estable con el contrabajista, George Duvidier y el batería, Art
Taylor.
El 15 de mayo de
1953, se produce un hecho histórico en la vida profesional de Bud Powell. Junto
a Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Charles Mingus y Max Roach, participó en un
multitudinario concierto celebrado en el Massey Hall de Toronto en Canadá,
considerado el canto del cisne del bebop y quizás el mejor concierto de jazz de
todos los tiempos. A partir de entonces, Powell, comenzó a entrar en una fase
de profundo deterioro mental casi irreversible, pero en 1956 realizó un gira
por Europa junto a Miles Davis, Lester Young y el Modern Jazz Quartet de Milt
Jackson. Repitió visita al viejo continente en 1959, pero esta vez se quedó
cinco años. Le acompañó Altevia Edwards, mas conocida como
"Buttercup" y eligió Paris como lugar de residencia.
En una sesión con los hermanos Adderley
Recibido con los
honores de un grande del jazz, formó un trío regular conocido como los
"Three Bosses" con el contrabajista, Pierre Michelot y el baterista,
Kenny Clarke, que fueron la principal atracción del club parisino, "Blue
Note". Fue un periodo de su vida importante gracias al cuidado que le
proporcionó, Francis Paudras, un extraordinario aficionado al jazz y posterior
autor de la biografía de Powell "The Dance Of The Infidels". Pero
aquejado de tuberculosis aguda, incapaz de dejar la bebida, y nostálgico de New
York, Bud Powell, regresó a los Estados Unidos. Su reaparición en el mítico
"Birdland" provocaron uno de los momentos dulces de su carrera. Siete
minutos de ininterrumpido aplauso demostraron que sus incondicionales no le
habían olvidado, pero aquélla reaparición fue un cruel espejismo. Sus dos
últimos años los pasó en un apartamento de Brooklyn acompañado por su hija
Celia.
Ya casi al final
de su vida, participó en 1965 en sendos conciertos celebrados en el Town Hall y
en el Carnegie Hall, este ultimo en
homenaje al décimo aniversario del fallecimiento de Charlie Parker, pero el 31
de julio de 1966 falleció en el "Kings County Hospital" de Brooklyn.
Más de cinco mil personas se echaron a la calle espontáneamente para
homenajearle y en su entierro, Barry Harris y Lee Morgan, tocaron en su honor.
Como decía Francis Paudras: ".... Bud Powell tenía dos personalidades. Una
le impulsaba a luchar y superar sus problemas, para tocar y crear música. La
otra le arrastraba a la autodestrucción, a la falta absoluta de respeto hacia
si mismo y esta ultima ganaría la partida".
En 1986, el
Director de cine francés, Bertrand Tavernier, produjo una extraordinaria
película que recoge con absoluta pulcritud y fidelidad la etapa parisina de Bud
Powell. Su película: "Round Midnight", interpretada en su papel
estelar por el saxofonista, Dexter Gordon, es una de las grandes películas
relacionada con el jazz.
Bibliografía consultada: El Gran Jazz. Ediciones del Prado.
Vol III. Autor: Juan Claudio Cifuentes.
Grabado en vivo en el café Montmartre de Copenhagen, a principios del año 1962.
Gracias a un amigo que viaja regularmente, tuve la
posibilidad de degustar CHATEAU HAUT-BRION 2001. En la invitación de mi amigo
decía: “tráete algo decente que ésto es un mega misil”, por lo cual empecé a
fantasear un poco con esa etiqueta desde ese momento y a romperme la cabeza
para ver que vino llevaba yo contra semejantes pergaminos que esgrimía el
francés.
Château Haut-Brion es un vino primer "cru" en la Clasificación Oficial
del Vino de Burdeos de 1855. Se encuentra en Pessac, dentro de la comarca de
Graves, a dos kilómetros de la ciudad de Burdeos, a cuya región vinícola
pertenece. El viñedo abarca 441.000
m² y produce de 12.000 a 15.000 cajas de vino al año. Ubicada
en la región de Graves, fue la única finca no perteneciente al Médoc incluida
en la clasificación de 1855. Su composición varietal es de 45.4% de Merlot,
43.9% de Cabernet Sauvignon, 9.7% de Cabernet Franc y 1% de Petit Verdot,
fermentado en tanques de acero inoxidable y una crianza de 18 a 22 meses en barrica de
roble francés 80% nuevas.
Luego de unos días me decidí por ALUVIONAL 2008 de Zuccardi,
me imaginaba que podía tener una buena performance ya que lo había probado en
un par de oportunidades.
Decidimos que el menú mas acertado para éstos vinos, sería
un lomo al horno con papas, batatas, zanahorias y algunos vegetales mas, todo
cocido al mínimo por cerca de 3 horas.
Los vinos se abrieron al mismo tiempo y ambos se decantaron
por 1 hora, los servimos simultáneamente en dos copas iguales y a la misma temperatura.
Del ALUVIONAL 2008 lo que puedo decir es que me encanta todo
de este vino, de color rojo violáceo muy intenso, en nariz hay cassis, higos, ciruelas
maduras, regaliz, notas florales de violetas y rosas; en boca es envolvente, buena
acidez, taninos firmes y maduros. Gran estructura y complejidad. Un tinto que
recién empieza a caminar pero que ya muestra todo su potencial a futuro.
Del HAUT-BRION 2001 lo que humildemente puedo opinar, es que
tan solo me pareció correcto, a la vista se presenta de color rojo cereza
bastante intenso con ribete violáceo, con leves signos de evolución. Nariz de buena
intensidad, con mucha abundancia de aromas de madera de gran calidad pero que a mi gusto domina demasiado en el conjunto aromático del vino. Especias, fruta
negra demasiado madura, algo mineral, cacao, licor. En boca es potente, con mucho
de todo, de paso fluido y ataque seco, los taninos redondos y la acidez en un
buen punto. Menos largo y persistente de lo que esperaba.
Hay equilibrio y elegancia, pero digamos que a mi no me
movió el piso, como que le falta personalidad, ese nervio que uno espera en un
vino de 95 Pts.
Parker y con un sugerido de 300 euros. Realmente me imaginaba un vino
arrollador, no en potencia, pero si en complejidad y sutileza, con una armoniosa
paleta de aromas, y con una boca larga y persistente,
Coincidimos en las notas de cata con mi amigo, la comida
estuvo increíble, el lomo se cortaba con el tenedor, y los vinos acompañaron
maravillosamente. Los dos nos quedamos con la sensación de que muchas veces el
precio o los pergaminos, no siempre se condice con lo que hay adentro de una
botella.
Por eso querido lector, hay que tener cuidado con lo que uno compra.