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miércoles, 11 de julio de 2012

TreZ reserva 2007, un malbec que unifica


TREZ Reserva Malbec 2007
Enólogo: Pablo Cúneo y Roberto de la Mota (consultor)
Agrónomo-Vitivinicultor: Pablo Cúneo y Federico Sánchez. Consultor: Roberto de la Mota
Denominación: Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza.
Variedad: Malbec 100%
Cosecha: 2007
Rendimiento por hectárea: 6800 kg
Vendimia: Última semana de marzo
Producción: 3700 cajas de 6 botellas
Filtrado: Grueso
Barricas: Roble francés Taransaud, 33% nuevas, 33% primer uso
Permanencia en barricas: 12 a 14 meses
Alcohol: 14,00% vol.
Acidez: 5.36 g/l ácido tartárico
pH: 3.67
SO2 total: 98 mg/l
SO2 libre: 30 mg/l
Azúcar residual: 1.96 g/l
Notas de cata: 
Vista: Color muy intenso, profundo. Rojo violáceo oscuro.
Aroma: Muy intenso, frutado maduro. Se destacan las cerezas bien maduras, ciruelas y el regaliz. Aparecen después notas de caramelo y tostado provenientes de la madera, creando un conjunto muy complejo y maduro. Sus notas florales a violetas son una marca distintiva y luego de 20 minutos aparecen tambien algunas notas minerales.
Boca: Es un vino de buen cuerpo y estructura, maduro que se destaca sobretodo por su untuosidad y potencia. A pesar de su concentración y carácter joven es suave y sus taninos muy redondos. La acidez juega un papel fundamental para sostener toda la carga que tiene. Muy buena complejidad y largo en boca.
Un tinto que rescata lo mejor de Lujan de Cuyo, uniendo armoniosamente lo clásico y lo moderno, pero con potencia. Es de esos vinos que parecen tener todo, mucha fruta madura, muchas violetas, madera en su punto justo, buena acidez, dulzor, amargor, mineralidad. Lo vengo siguiendo hace mas de un año y se va convirtiendo en esos tintos serios, todo indica que puede seguir evolucionando bien.

A un sugerido de us$27, vale cada centavo probarlo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Astor Piazzolla, Adios Nonino


Un 4 de julio como hoy pero hace 20 años, nos dejaba físicamente uno de los artistas mas revolucionarios del siglo XX. Por suerte nos dejó un legado enorme, no solo musical, sino también filosófico y conceptual. Y es que su música no solo eran partituras y arreglos, no solo se trataba de algo meramente intelectual, en ella había ese fuego sagrado de los elegidos, sus composiciones nos cuentan una manera de sentir la vida y de cómo llevarla adelante, de una manera provocativa, audaz, valiente, poniéndole el pecho a las críticas, sin claudicar en sus principios estéticos y artísticos.
Ante las críticas no se recluía en su estudio, sino que salía a la palestra a pelear por su arte, en 1954 declaraba :“Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.” Este tipo de actitudes les hizo ganar adeptos y muchos enemigos, se le cerraban los lugares para trabajar y tuvo que emigrar casi para subsistir porque en Buenos Aires no tenía trabajo, de este modo logró la consagración en Europa y más tarde en el mundo entero. Volvió a su tierra natal lleno de gloria y las voces que alguna vez lo abuchearon, ahora lo aclamaban como el mejor.
Para quien quiera saber más, busquen en la red que hay muchas y muy buenas biografías, esta entrada no es para eso, es tan solo a modo de homenaje y de resaltar una virtud poco exaltada entre sus tantos biógrafos, la perseverancia y la lucha de ver su sueño hecho realidad, un genio que tenía claro que sin esa obstinación no sería posible dar a conocer su obra.
A continuación su obra más conocida y que él mismo calificaría a posteriori, como la mejor que compuso. En 1959 fallece su padre, vuelve a Nueva York y compone Adiós Nonino, en un reportaje su hijo Daniel cuenta: “Papá nos pidió que lo dejáramos solo durante unas horas. Nos metimos en la cocina. Primero hubo un silencio absoluto. Al rato, oímos que tocaba el bandoneón. Era una melodía muy triste, terriblemente triste. Estaba componiendo Adiós Nonino.”
La habré escuchado miles de veces, pero cada vez es como la primera, cuando el negro Suarez Paz arranca con la parte de violín, un escalofrío recorre todo mi cuerpo y la emoción me embarga, no puedo evitarlo. Gracias maestro Astor por tanta magia!!!!

lunes, 2 de julio de 2012

El Tango y el Malbec


"El Cachafaz", símbolo
del tango canyengue

Alguna vez vieron a un porteño caminar? si no se detuvieron a hacerlo, mírenlo por favor, porque como camina es así mismo como baila el tango, y eso es lo que nos diferencia del resto. Hay grandes bailarines de otros países, he visto de Alemania, Holanda, Japón, Corea y demás, excelentes performances, gran técnica, y reconocible similitud con nuestra danza, pero a todas les falta ese acento, ese que tenemos los porteños, y que es inimitable, ni mejor ni peor, tan solo genuino, producto de generaciones.
El viernes pasado, mientras esperaba a unos amigos para cenar, vi pasar por la vereda de Carranza al 2200, en el barrio de Palermo, a un muchacho cubano, presté atención a su vestimenta (un equipo deportivo con la bandera de Cuba), y a su manera de caminar, me di cuenta al instante que no era de estas tierras, su cadencia y su paso no tenían nada que ver con el porteño promedio.
Un ejemplo
Esa idea me quedó dando vueltas en la cabeza. En la cena con amigos sommeliers, en determinado momento se descorcho un Malbec reserva de gran aceptación local y extranjera, de una bodega con capitales chilenos, y todos coincidieron que era un golazo. Y a mí me vino a la mente ese cubano caminando por Palermo, que entre la multitud, pasa desapercibido, pero que si te pones a observar con detenimiento, te das cuenta que no camina como porteño, camina bien, no tiene defectos en su marcha, pero definitivamente no camina como nosotros.
Para quien quiera tener una idea más gráfica de esto, recomiendo escuchar las grabaciones de Gerry Mulligan con Piazzolla, o el tributo de Al di Meola a Astor, ni hablar el de Julio Iglesias con su CD de tango.
Y eso dispara en mi una idea que tal vez sea un poco loca, pero idea al fin. El tango y nuestro Malbec, tienen puntos de unión, son cosas que se dan con cierta singularidad en nuestra tierra. Ese Malbec que probé aquel día, es un cubano bailando el tango, lo baila bien, con cierta pericia y sin faltas técnicas, con mucho maquillaje, pero le falta canyengue. A algunos les gusta, a mí NO.

sábado, 30 de junio de 2012

Paul Chambers, el contrabajo supremo


Nacido en Pittsburg, Pensilvania el 22 de Abril de 1935, Paul se crio en Detroit,  tras la muerte de su madre. Comenzó a tocar con algunos de sus compañeros de clase siendo el bombardino barítono su primer instrumento. Más tarde tocó a la tuba y se pasó definitivamente al contrabajo en 1949. Su formación formal como contrabajista empezó en 1952 cuando comenzó a tomar clases con el contrabajista de la Orquesta Sinfónica de Detroit, mientras tocaba por su cuenta en la llamada Detroit String Band, que era un ensayo de orquesta sinfónica. Estudió también en el Cass Technical High School desde 1952 hasta 1955 formando parte de la sinfónica de este y de varios otros grupos (tocando en uno de ellos el saxofón barítono). Por esas fechas fue invitado a viajar a New York por el saxofonista Paul Quinichette.
Con Miles Davis en una de las tantas sesiones históricas
Entre 1954 y 1955 adquirió un gran prestigio al tocar con músicos como Bennie Green, Quinichette, George Wallington, J.J. Johnson o Kai Winding. En 1955 entró a formar parte del quinteto de Miles Davis, donde se mantendría hasta 1963 y donde grabó álbumes para la historia como Kind of Blue. Una de las interpretaciones más famosas de Chambers se encuentra en la primera pista de este: “So What”, que comienza con un breve dúo entre Chambers y  Bill Evans. Las sesiones de Kind of Blue, y las líneas de bajo de Chambers están consideras como unas de las más pensadas y elaboradas de la historia del jazz.
Entre 1963 y 1968 Chambers tocó en el trío de Wynton Kelly y apareció frecuentemente acompañando a otras grandes figuras del jazz. En su corta carrera grabó 11 discos solistas, pero fue el contrabajista mas solicitado por las grandes estrellas de la época, apareció en mas de 200 grabaciones, desde Miles Davis a Jackie McLean la lista es larguísima, todos querían contar con Paul al contrabajo.
 El 4 de enero de 1969 murió de tuberculosis a los 33 años de edad. Dejó un legado enorme a todas las generaciones de contrabajistas posteriores, no hay puntos flojos en su técnica ni es sus musicalidad, sabía acompañar a cada solista de una manera única, genial en los solos (tanto con el arco como con los dedos), fué a mi entender el contrabajista supremo del jazz.
En el video que les dejo, se lo ve en todo su esplendor con el cuarteto de Coltrane, en marzo de 1960.